Por
medio de este documento manifiesto voluntariamente que deseo unirme a la “Iglesia
Bíblica Gracia en Cristo (Chía)" (en lo adelante la “IBGC”)
porque entiendo que el Espíritu Santo me ha guiado hasta aquí para formar parte
de esta familia. Al hacerme miembro me comprometo a apoyar la declaración de
fe, principios doctrinales, la visión de la iglesia, el gobierno y liderazgo de
la iglesia, así como la filosofía del ministerio, planes y decisiones.
Después de haber cumplido con los requerimientos establecidos por la IBGC a tales fines, libre, voluntariamente y de buena fe firmo este Compromiso (en lo adelante Compromiso de Membresía) por el cual me comprometo a:
I. Poner la Biblia como única regla de fe y práctica en mi vida. (2Ti.3:16, 2Pe.1:20-21, Ro.15:4)
II. Velar por la unidad de la iglesia. Esto implica aceptar, amar y perdonar al hermano cuando sea necesario, de la misma forma que Cristo me ha aceptado, amado y perdonado. (Jn.15:12; Rom.15:7; Col.3:12-13)
III. Cumplir íntegramente mi responsabilidad como creyente. Esto incluye (pero no se limita a): asistir regularmente a las actividades de la iglesia (Heb.10:25), orar por mi iglesia, invitar a otros a conocer y recibir las bendiciones de Dios y vivir de tal forma que mi vida honre el nombre de Cristo y el de esta iglesia; esto implica vivir en integridad y santidad en todas las áreas de mi vida (Fil.1:4-5; Efe.4:1). Así también me comprometo a participar y contribuir a los procesos de decisión colectiva que me involucran como miembro de la congregación, como ser: la admisión y expulsión de otros miembros y controversias doctrinales de primer orden.
IV. Servir a Dios en mi iglesia. Por tanto, es mi responsabilidad poner mis dones y talentos al servicio de este cuerpo de Cristo, de forma prioritaria para el fortalecimiento de esta congregación. (1Pe.4:10)
V. Apoyar financieramente a la iglesia. En este sentido, entiendo que es responsabilidad de los miembros de la iglesia el aportar económicamente de manera regular para que los compromisos que la iglesia enfrenta puedan ser honrados oportunamente. En otras palabras, entiendo que la obra del ministerio necesita de mis ofrendas generosas para poder llevarse a cabo. Entiendo por “obra del ministerio”: el sostenimiento de los siervos y obreros que laboran para la iglesia (1Tim.5:18), las iniciativas de ayuda al necesitado (1Co.16:1), las iniciativas para proclamar el mensaje del evangelio (Mt.28:19), así como la construcción y mantenimiento de ministerios y facilidades físicas que hagan posible que la iglesia pueda hacer discípulos apropiadamente (Mt.28:19).
VI. Apoyar a mis líderes en rectitud como se me instruye en la Palabra de Dios. (Heb.13:17)
VII. Aceptar los procedimientos de Disciplina reconociendo y aceptando que:
a. En caso de incurrir en pecado que requiera confesión, amonestación o disciplina pública, es responsabilidad de los líderes de la iglesia llevar a cabo el proceso bíblico, según Mt.18:15-20, por lo que acepto libremente someterme a dicho proceso;
b. Asimismo, reconozco y acepto que, en caso de falta de arrepentimiento de mi parte, a juicio de los líderes de la iglesia y el conjunto de la congregación, puedo ser expulsado de la iglesia, en conformidad con lo estipulado en la Palabra en el texto antes citado. En ese caso quedaría sin efecto mi condición de miembro;
c. Reconozco y acepto que este proceso bíblico está complementado y apoyado por otras instrucciones del Señor, como son: 2Tes.3:14-15, 1Co 5:2, Tit.3:10, Gál.6:1, entre otros;
d. Reconozco como necesarias y beneficiosas estas medidas, tanto para cada miembro individual como para la congregación en general. Entiendo que el objetivo de estas medidas disciplinarias prescritas por la Palabra de Dios está dirigido a fortalecer mi comunión con el Señor y con la iglesia; y como tal, esto resultaría en una bendición para mi vida, dando con ello gloria a Dios;
e. Que en caso de incurrir en una falta que amerite confrontación, amonestación, disciplina, expulsión o cualquier otro tipo de sanción de parte de los líderes de la iglesia (y, si aplica, del conjunto de la congregación), más que ejerciendo una facultad, dichas autoridades estarían cumpliendo un mandato bíblico, por lo que al momento de ejercer cualquier proceso de confrontación, amonestación, disciplina o expulsión no lo estarían haciendo a título personal, sino en sujeción a la Palabra de Dios.
f. Que previo a la suscripción del presente Compromiso de Membresía, he leído los textos bíblicos que precedentemente se citan y he reflexionado sobre su contenido.
g. Entiendo que Dios ha dejado instrucciones para que su iglesia se maneje bajo su Señorío. Por tanto, en caso de incurrir en pecado que implique confrontación, amonestación, disciplina, expulsión o cualquier otro tipo de sanción, conforme al proceso bíblico de los textos antes citados, reconozco a los líderes de la iglesia (IBGC) y no a una jurisdicción secular, como las únicas competentes para cumplir dicho procedimiento e imponer la sanción que corresponda. Dios nos dejó directrices específicas en su Palabra y como cristiano así las reconozco y las acepto. 1Co. 6:1-7 expresamente instruye:
1 ¿Se atreve alguno de vosotros, cuando tiene algo contra su prójimo, a ir a juicio ante los incrédulos y no ante los santos? 2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo es juzgado por vosotros, ¿no sois competentes para juzgar los casos más triviales? 3 ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¡Cuánto más asuntos de esta vida! 4 Entonces, si tenéis tribunales que juzgan los casos de esta vida, ¿por qué ponéis por jueces a los que nada son en la iglesia? 5 Para vergüenza vuestra lo digo. ¿Acaso no hay entre vosotros algún hombre sabio que pueda juzgar entre sus hermanos, 6 sino que hermano contra hermano litiga, y esto ante incrédulos? 7 Así que, en efecto, es ya un fallo entre vosotros el hecho de que tengáis litigios entre vosotros. ¿Por qué no sufrís mejor la injusticia? ¿Por qué no ser mejor defraudados?
VIII. Recurrir a mis líderes para Consejería en mis desafíos personales y familiares. También entiendo y reconozco que, en caso de recurrir en algún momento a consejería con alguno de los líderes de la iglesia, dicho proceso se seguirá de conformidad con el patrón bíblico, y reconozco la facultad de dichos líderes de referirme a un profesional en el caso de que las razones que motiven la consejería no tengan su origen en problemas de fe, de conversión, de pecado o de temas espirituales, reconociendo, además, que los líderes de la iglesia (IBGC) estarían en ese caso autorizados a comunicarme tal decisión después de un profundo análisis bajo oración, ayuno y el sometimiento a la Palabra de Dios.
Como consecuencia de todo lo anterior, dejo en manos de Dios y de mis líderes el manejo de los asuntos de la casa de Dios, incluyendo los asuntos de disciplina y consejería pastoral ya mencionados anteriormente.
La firma de mi parte de este Compromiso deja sin efecto cualquier otro de similar naturaleza que haya sido suscrito por mí con anterioridad. Reconozco que los líderes de la iglesia tienen plena facultad para introducir los cambios necesarios al Compromiso de membresía de la iglesia, este y cualquier otro, esto con la finalidad de adecuarlo cuando las circunstancias imperantes lo ameriten, para preservar no sólo a la iglesia como institución eclesiástica, sino también los valores morales y los principios teológicos contenidos en las Sagradas Escrituras. Entiendo que estas medidas no solo protegen a la iglesia como institución, sino también a los miembros puestos bajo el cuidado pastoral, por el Señor Jesucristo. Entiendo también que cuando un nuevo Compromiso surge, la firma de este es necesaria para la continuidad de mi membresía en la IBGC.
Con la firma de este compromiso declaro que:
§ He entregado mi vida a Jesucristo, poniendo mi fe solo en Él para el perdón de mis pecados, y recibir el derecho de ser llamado hijo de Dios. Creo en la vida perfecta de Jesucristo, muerte sustitutiva, y resurrección física, y viviré́ mi vida en Él esperando Su regreso, y siguiéndolo diariamente.
§ Estoy comprometido a vivir mi vida de acuerdo con la voluntad de Dios como se revela en las Escrituras. Yo recibo la protección, el cuidado y la dirección de mi iglesia.
§ Estoy comprometido a vivir mi vida en la familia de Dios en la IBGC. Participaré regularmente en nuestras reuniones de adoración e intencionalmente desarrollaré relaciones más profundas para el crecimiento espiritual.
§ Buscaré ser una fuente de unidad en mi iglesia, absteniéndome de chismes, murmuraciones o disensiones, y resolviendo o perdonando conflictos tanto como dependa de mí.
§ Estoy comprometido a servir a los demás. Como una parte del cuerpo de Cristo, serviré́ sacrificialmente y daré́ generosamente, empleando mi tiempo, talentos, y recursos para edificar el Reino, discipular a otros y ser una bendición en la vida de mis hermanos en Cristo.
§ Representaré fielmente a Jesucristo en el mundo, en mi trabajo, mi hogar y mi barrio, aprovechando cada oportunidad para llevar a cabo la misión de Dios de alcanzar a los perdidos en incredulidad.